Este postre es uno de los preferidos de mi amiga Maite. Tiene la textura de un budín pero sin tanta grasa como en ese tipo de postre inglés. La base son las zanahorias cocidas al vapor que ya de por sí aportan un dulzor especial, además de ser muy suave a nivel digestivo en combinación con el kuzú, lo que también contribuye a calmar sistemas digestivos delicados. El sirope de yacon tiene un índice glicémico muy bajo, por lo que es indicado en candidiasis y hasta tolerado por diabéticos!! No lleva gluten ni azúcares refinados y la grasa de coco ayuda a activar el metabolismo y las semillas de chía nos ayudan a controlar el colesterol y son una buena fuente de omega-3. Lo dicho, a por ella !!!!!!
Ingredientes:
- 1 kg de zanahorias
- 75 gr de sirope de yacon
- 1 cuch/s de semillas de chía
- 3 cuch/s de agua mineral
- 2 cuch/s de almidón de maíz tipo Maizena
- 1 cuch/s de kuzu
- 1 naranja en zumo
- 80 gr de avellanas molidas
- 3 cuch/s de coco rallado
- 1/4 cuch/p de canela molida
- 1/4 cuch/p de cardamomo
- Pizca de sal sin refinar
- 1 cuch/s de manteca de coco
- Semillas de sésamo
Cocemos al vapor las zanahorias unos 20 min. Las machacamos con un tenedor hasta hacerlas papilla y reservamos.Molemos las semillas de chía y le incorporamos el agua;batimos y reservamos (esta mezcla sustituye a un huevo)En un bol ponemos la manteca de coco fundida,añadimos las semillas de chía,el zumo de naranja y el sirope. Batimos. Añadimos las zanahorias,mezclamos y echamos el almidón de maíz junto a la “harina”de avellanas,el coco rallado,el kuzu, las especias y la sal. Mezclamos bien y volcamos en un molde de silicona o de cerámica previamente engrasado.Espolvoreamos con semillas de sésamo y coco. Se hornea 40 min a 220º.Servimos muy frío y con un poco de sirope de yacon como cobertura.