Siguen los calores y las ganas de cosas dulces, naturales, sanas y Vivas. Este es uno de esos postres que bien pudiera ser el plato único de una cena fresca y ligera o un desayuno nutritivo y completo. Es una receta viva, crudivegana o Raw, es decir, está preparada a menos de 42ºC por lo que conserva todas sus enzimas y propiedades nutricionales. En este caso este plato está lleno de antioxidantes, vitaminas, proteínas y minerales orgánicos.
Además utilizando aceite de coco podemos conseguir, cuando esté enfría y solidifica, una textura más sólida con la que dar una forma más apetecible a esta receta. Pero no solo esa es su función, pues ya os he comentado que este tipo de aceite nos ayuda a combatir la obesidad estimulando el metabolismo y ayudando a nuestra glándula tiroidea!! Y su sabor? El mejor aliciente para consumir este superalimento!! Y hablando de superalimentos…también he utilizado semillas de chía, que además de tener un poder aglutinante y gelificante son una fuente enorme de proteínas, fósforo, calcio, hierro y omega 3. Aquí tenéis un enlace en donde se explican mejor las propiedades de la chía
Ingredientes:
Para las rawdalenas:
- 1 y 1/2 tazas de zanahoria rallada
- 1 taza de coco rallado
- 9 dátiles
- 6 orejones
- 2 cucharadas de semillas de chía
- 40 grs de nueces
- 1 cuch/p de extracto de vainilla
- 2 cuch/p de canela
- 1/4 cuch/p de nuez moscada
- 1/4 cuch/p de jengibre
- 2 cuch/p de sirope de yacon o de ágave
- 55 grs de manteca de coco
Para la crema de anacardos:
- 60 grs de anacardos crudos
- 1 y 1/2 limones en zumo
- 4 cuch/p de sirope de ágave
- 1 cucharada de manteca de coco
Preparación:
Dejamos los dátiles, los orejones y las nueces a remojo unas dos horas. Las semillas de chía se rehidratan también en 1/2 vaso de agua durante 20 min. Derretimos la manteca de coco a baño maría o en la deshidratadora hasta formar el aceite. Pelamos las zanahorias y las rallamos en un procesador de alimentos, robot de cocina,batidora de vaso etc…echamos el coco rallado y volvemos a procesar. Ahora introducimos poco a poco los dátiles, nueces y orejones con el procesador en marcha. Abrimos de vez en cuando el procesador para unificar con la espátula lo que se quede pegado en las paredes. Incorporamos las semillas de chía, el sirope de yacon o ágave, el extracto de vainilla y las especias. Batimos e incorporamos en marcha el aceite de coco. Removemos y por último rellenamos unos moldes de silicona para muffins con esta mezcla. Dejamos en la nevera un par de horas para que el aceite de coco solidifique y podamos desmoldarlos sin perder la forma.
Se acompaña con una crema de anacardos, y para ello se procesan todos los ingredientes juntos teniendo en cuenta que la manteca de coco hay que convertirla en aceite de coco calentándola a baño maría. En la foto también he puesto una salsa de cerezas hecha a partir de unas cerezas deshidratadas y agua de coco.