El teff es un cereal  muy pequeñito y de color marrón oscuro originario de Etiopía. Con su harina hacen la “Ingera” que es un tipo de crep o torta grande con la que se acompaña al “wot”(guiso típico de Etiopía)
Su valor nutricional es superior a cereales como el trigo o la cebada, nos llena de energía (muy recomendado para deportistas de alto rendimiento) y está libre de gluten lo que lo hace ideal para intolerantes a esta proteína y alérgicos (celíacos).
El teff también es muy conveniente para personas que padecen diabetes del tipo II controlando los niveles de glucosa en sangre o para personas con sobrepeso que quieren controlar su peso, con un alto poder saciante y regulador del apetito.
Tiene un altísimo contenido en fibra y es de gran digestibilidad. Contiene una gran proporción de almidón que se puede ingerir lentamente, por lo que es muy adecuado para una estimulación de la flora natural actuando como si de un probiótico se tratara.
Rico en minerales libres como el Ca, Mg, Mn y K que ayudan en la recuperación rápida después de un esfuerzo físico o desgaste mental.
Destaca su contenido en Calcio recomendado en procesos de descalcificación, osteoporosis y en el crecimiento infantil.

Fuente de 8 aminoácidos esenciales, destacando la lisina, inexistente o escasa en algunos cereales como el trigo o la cebada. La lisina es muy importante, por que intervienen en el proceso metabólico del Calcio ayudando al Calcio a que pase del torrente sanguíneo a la estructura ósea.

La harina de Teff si es cocida adquiere una textura gelatinosa por lo que es ideal para dar cuerpo a budines o platos que lo requieran.
Al ser un buen espesante se puede utilizar perfectamente en cremas y salsas tanto dulces como saladas.
Se encuentra a la venta en tiendas de productos ecológicos o herbodietéticas.
Estos muffins son muy proteicos pues además del teff he usado la harina de quínoa y las semillas de chía, ambas altas en proteínas por lo que hace una merienda o desayuno muy interesante para veganos o cualquier persona que quiera cuidarse reduciendo la ingesta de productos de origen animal. Sigo usando la manteca de coco (aceite de coco al calentarla) por su activación metabólica ayudando a la pérdida de peso y su actividad antifúngica,muy interesante para combatir la candidiasis, que unido a los nibs de cacao y las bayas Goji convierten a estas muffins en un superalimento 😉
 

Ingredientes:
 
  • 3/4 de taza de harina de teff
  • 3/4 de taza de harina de quinoa
  • 1/2 cuch/p de polvo de hornear (levadura sin gluten)
  • 1/2 cuch/p de bicarbonato de sodio
  • 1/2 cuch/p de cardamomo en polvo
  • 1/2 cuch/p de canela en polvo
  • 1/2 cuch/p de sal marina sin refinar
  • 2 cuch/s de compota de puré de manzana
  • 2 cuch/s de sirope de ágave
  • 1 cuch/s de semillas de chía+ 3 cuch/s de agua (sustituye al huevo)
  • 1/3 de taza de aceite de coco (o aceite de oliva)
  • 2 cuch/s de nibs de cacao
  • 1 cuch/p de bayas Goji
 
Preparación:
 
Precalentar el horno a 180º y preparar los moldes.
Mezclar las semillas de chía con el agua en un tazón pequeño y dejar reposar durante 15 ó 20 min removiendo varias veces hasta que se forme una gelatina (esto sustituye al huevo y tiene muchas más proteínas sin colesterol ni sufrimiento animal).
Tamizar las harinas de teff y quinoa en un bol y añadir la levadura, el bicarbonato, la sal y las especias…Mezclar bien y reservar.
En otro bol combinar el puré de manzana (una manzana cocida en muy poca agua y hecha puré), el aceite de coco,el sirope de ágave y el gel de chía. Mezclar bien y reservar.
Agregar los ingredientes secos a los húmedos removiendo con cuidado y añadir los nibs de cacao y las bayas. La masa debe quedar espesa. Verter en los moldes de papel que a su vez se meterán en el molde metálico para muffins. Hornear durante 35 min a 180º. Comprobar con un palillo (si sale limpio al introducirlo es que ya están) 
Dejar enfriar en el molde durante 10 min y pasarlos a una rejilla para que terminen de enfriar. Guardarlos en la nevera.