Una receta muy simple pero llena de sabores. La he tomado prestada del blog de Rusell James, que recomiendo. Este plato, según sus palabras, “sabe como si fuese mucho más complicado de hacer de lo que en realidad es!”, tengo que darle la razón.
5 personas
20 minutos

Ingredientes

Linguine
  • 500g zanahoria pelada
  • 500g nabo pelado
  • 1 cucharada de sal
  • 15 hojas grandes de albahaca fresca
  • 2 cucharadas de mezcla italiana de especias
  • 150g tomates cherry cortados en gajos

Mozarella de Macadamia

  • 1/2 vaso de nueces de macadamia
  • 1/2 vaso de anacardos
  • 1 cucharada de Tamari
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 1/4 vaso agua

Salsa de Pimiento Rojo

  • 1/2 vaso de piñones
  • 1 pimiento rojo
  • 1/2 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharada de Tamari
  • 1/2 vaso de anacardos
  • 1 cucharada de néctar de agave
Empiezo por hacer los “linguine” de zanahoria y, como me doy cuenta a última hora de que tengo muy poco nabo añado también unos de calabacín. Para hacerlos uso una mandolina, pero puedes usar un  pelador de verduras para cortar tiras finitas y luego cortarlas de nuevo transversalmente en forma de linguine. Los mezclo con la sal y los dejo escurriendo en un colador grande.
Mientras escurren y adquieren una textura “al dente” voy haciendo las salsas. Para ello pongo todos los ingredientes de la “mozzarella de macadamia” en un procesador y lo pico todo hasta que quede una consistencia cremosa, añadiendo el agua poco a poco hasta que queda la consistencia deseada. No tenía nueces de macadamia, así que las sustituí por más anacardos. Riquísimo igual. Hago a continuación la salsa de pimiento, y ni siquiera hay que lavar el procesador ya que los ingredientes se repiten, pongo todo dentro y sigo los mismos pasos, jugando también con el agua hasta conseguir una salsa cremosa y un poco más espesa que la de macadamia.
Vuelvo a los linguine, que ya han escurrido bastante, los lavo para quitarles la sal y los escurro bien en un centrifugador de verduras. Si no tienes uno conviene que los seques un poco con papel de cocina para que cojan bien el sabor de las salsas. Aunque uno de estos centrifugadores es una inversión muy barata y esencial para disfrutar de ensaladas y verduras con sabor, ya que ningún aliño o salsa va a adherir bien sobre verduras o lechuga mojada.
Corto los tomates cherry en gajos y la albahaca en tiras y los añado a los linguine. A continuación pongo la “mozzarella de macadamia” y mezclo bien. Una vez servido en platos individuales pongo por encima un poco de salsa de pimiento y dejo el resto en la mesa, porque está riquísima. Probablemente te va a sobrar salsa de pimiento, pero aguanta un par de días o tres en la nevera y está deliciosa en sandwiches o para acompañar otros platos.