Adaptación de este tradicional desayuno egipcio a una entrada o guarnición o, bien acompañado, a un plato principal.
Me encantan las habas frescas. Estamos en temporada, así que aquí queda esta receta que rebosa de sabores de oriente.
1 persona
Bastante tiempo, si tienes que pelar las habas.
- 750g de habas frescas sin pelar
- 1 diente de ajo
- zumo de un limón pequeño
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
- Perejil fresco picado para decorar.
Este plato requiere un poco de paciencia para pelar las habas, ya que como no son cocidas no basta con sacarlas de la vaina, sino que hay que quitarles la piel más dura del exterior una a una. Una vez sobrepasado el escollo (estoy exagerando, se tarda como media hora) pongo las habas en un cuenco con el zumo de limón, el aceite, el ajo machacado, el comino y la sal y lo dejo reposar durante una hora mínimo. Si lo voy a usar como guarnición o entrada lo espolvoreo con perejil picado y lo sirvo con un trocito de limón. Como plato principal lo sirvo sobre una capa de Hummus de Calabacín, como se ve en la segunda fotografía. Delicioso.