Ingredientes:
- 180 gr de setas ( yo utilicé “Chouparros”)
- 3 cuch/ s de aceite de oliva
- Sal sin refinar
- Ajo en escamas
- Un chorrito de vino blanco
- 50 gr de aceite de cáñamo
- 50 gr de manteca de coco
- 50 gr de cebolla
- 120 gr de harina de altramuz
- 3 cuch/p de kuzu
- 400 gr de leche de arroz
- 150 grs de arroz cocido
- Sal de hierbas
- Pimienta
- Nuez moscada
- Aceite de girasol para freir
- 70 gr de mijo para rebozar
Se pican finamente las setas y la cebolla y se fríen en el aceite de oliva, se salpimentan y se les espolvorean las escamas de ajo. Cuando vayan tomando color, se les echa un chorrito de vino blanco y se sube el fuego para que le aporte aroma, pero se evapore el alcohol. Añade el arroz cocido. Se reservan mientras hacemos la bechamel.
Para la bechamel:
Empezamos haciendo un “roux” que es mezclar la harina con las grasas y cocinarlas a fuego lento sin dejar de removerlas hasta que espesen. En este caso en una sartén grande echamos el aceite de cáñamo y la manteca de coco y en cuanto se emulsionen con el calor, volcamos la harina de altramuz y le vamos dando vueltas poco a poco hasta que torna de un color doradito. Echamos entonces la leche de arroz poco a poco y seguimos cociendo unos minutos. Ahora añadimos el salteado de setas y cebolla y cocinamos 30 minutos a fuego lento. Por último, se añaden el kuzu, salpimentamos con la sal de hierbas, pimienta y nuez moscada. Removemos, tapamos y retiramos del fuego.
Esta masa tiene que enfriar, por eso es mejor que la volquemos en una fuente y que repose toda la noche refrigerada y protegida con film de plástico.
Pero si no queréis esperar, se deja enfriar un par de horitas y se hacen las croquetas… un truco que aprendí de Just vegetal es hacer minipalomitas con los cereales y en esta ocasión aprovecharé este truqui para rebozar las croquetas. Para ello lavamos el mijo en un colador grande y luego lo tostamos en una sartén sin aceite hasta que se vaya dorando y abriendo poco a poco ( no todos los granos explotan pero si los suficientes como para que quede una cobertura crujiente.
Cogemos la masa con la ayuda de una cuchara sopera para unificar el tamaño y le damos forma con las manos. Pasamos las croquetas por el mijo tostado y se vaporizan con un poco de aceite de girasol antes de meterlas en el horno 35 min a 200º ( se les dará la vuelta a mitad de horneado y se vaporizará otra vez hasta que estén doradas) Como la masa ya estaba perfectamente cocida antes de hornear este último paso al horno es para darle un toque crujiente y de aspecto parecido a las croquetas fritas.
Observaciones:
Parece una receta muy rebuscada pero es muy sencilla si se hace en un robot de cocina tipo thermomix ( como yo he hecho) aunque la edito de esta manera para que pueda hacerla todo el mundo.
Nutricionalmente son muy equilibradas porque el altramuz aporta un nivel de proteínas muy interesante por su biodisponibilidad. Además se añade el aceite del cáñamo que tiene un porcentaje de ácidos grasos que incluso supera al de cártamo en omega3 y omega6. El kuzu alivia el cansancio crónico y alcaliniza el organismo y la manteca de coco nos ayuda con los problemas de tiroides entre otras bondades…
Buen provecho!!!