Suelo tomar un batido verde todos los días, y para mí un batido equivale a casi un litro (!). Lo hago por las mañanas y suelo llevarlo al trabajo en un termo, como no cabe todo lo que sobra lo dejo en la nevera para cuando llego por la tarde. Uno de los objetivos de comer crudo es aumentar la ingestión de clorofila, así que esta es una deliciosa y nutritiva manera de hacerlo. A los niños les encanta, pero si les “asusta” el color puedes añadir frutas oscuras, como fresas, moras, arándanos.. es la manera ideal de que disfruten de las espinacas!!

5 minutos

1 batido

Lo único que hay que hacer es mezclar todos los ingredientes en la batidora, quedará más cremoso y “fino” cuanto más potente sea tu batidora, yo lo hago en una de jarra.
Por cierto, si el mango y la manzana son de agricultura biológica no es necesario pelarlos. Si no lo son es mejor hacerlo por causa de las ceras y tintas que lleva la fruta para parecer más bonita…

Variaciones:

Como es lógico, este batido admite cualquier fruta o verdura de hoja verde. Normalmente suelo poner el puñado de espinacas y cualquier verdura que tenga en la nevera, principalmente hojas exteriores de repollo que no uso para ensalada, berros (en este caso ten cuidado, le da un sabor realmente fuerte no apto para “no iniciados”), lechuga… cualquiera.

El mango puede substituirse por cualquier otra fruta, las que más me gustan son piña y plátano. También queda delicioso si añades plátano congelado, aparte de enfriar la bebida la endulza bastante.

Truco:

Cuando tengo plátanos muy maduros que no voy a tener tiempo de comer los corto en rodajitas que congelo  extendidas sobre una hoja de papel vegetal. Cuando están congeladas las separo del papel y las meto todas en una bolsa. Es una manera excelente de no desperdiciar esta fruta y tenerla siempre disponible para enfriar y endulzar batidos y sopas dulces.