Hoy estaba inspirada, me apetecía una ensalada de endibias y me puse a pensar en un aliño que mitigase un poco el sabor amargo de las hojas. Esto es lo que salió.
30 minutos + 2 horas de remojo de los anacardos
- 1/2 taza de anacardos remojados durante dos horas mínimo
- 1/2 naranja (el zumo)
- La ralladura de la piel de una naranja entera
- 1/2 manzana pequeña pelada
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharadita de mostaza antigua de Dijon
- Unas hebras de azafrán
- Una pizca de nuez moscada recién molida
- 1 cucharada de aceite de coco
- 1/4 de taza de agua.
Pongo todos los ingredientes menos la ralladura de la piel de naranja en la batidora. El agua, como siempre, no la pongo toda de una vez, voy añadiendo hasta que consigo la textura que busco. La batidora tiene que ser bastante potente para reducir los ingredientes a crema, y como no es mucha cantidad paso bastante tiempo recogiendo lo que queda en las paredes de la jarra y en la tapa y volviendo a ponerlo en el centro. Pensé en hacerla con manteca de almendra, que es más fácil de batir, pero lo descarté porque creo que le añadiría demasiado sabor y lo que busco es algo muy suave. Una vez que todo se ha reducido a crema pongo la ralladura de la naranja en la batidora y le doy un último “golpe”. Delicioso.